viernes, 1 de junio de 2018


Disertaciones draconianas

Apreciaciones lúdicas sobre “La más draga”.
Temporada 1, capítulo 02, “La más Quinceañera”.

En esta aventura ensayística sobre el programa de “La más draga” es importante abonar al fenómeno drag desde la academia sin dejar de ser lúdico. El drag tiene cuerpo. Un cuerpo que podría ser residente en Sleepy Hollow. Ríos de tintas y peróxidos han corrido sobre el tema pero es un cuerpo sin cabeza (acéfalo) y hay que convertirlo en una Hidra (ser mitológico y policéfalo (de muchas cabezas) y aliento venenoso, que Hércules mató en uno de los doce trabajos que le encargó Euristeo, según el historiador Apolodoro). “Hidra” es un excelente nombre para una drag queen que se precie de ser superlativa. El drag con cuerpo precisa de una cabeza extensa para amueblarla con amplias ventanas de conocimiento, largos corredores abigarrados de referencias, colores chillantes y chiclaminosos de posibilidades y argumentos, puertas abatibles al diálogo y largas jornadas de café. Para tener una corona se necesita una cabeza (no solo en sentido literal, también metafórico).

            En el capítulo 01 ningunx de l@s dragas salió y eso significó que el público tuvo más tiempo para conocer el quehacer de cada una. Me iré deteniendo en algunas precisiones para enriquecer o exhibir la cultura drag, ya que estas disertaciones son una justificación que desde “La más draga” abren posibilidades enormes para entender el universo drag. El término drag no tiene su homónimo en español y su personalidad (antes vinculada al género) es ahora polisémica y rica en variantes, tan diversa como los entes que practican su forma de expresión; aunque todavía hay estudiosos que cejan en vincularlo obligatoriamente con el género. No sucede lo mismo con el término “cuir” o “queer” cuya traducción es ampliamente aceptada como “marica” (un término por el que me llegó una notificación de facebook al considerar el uso de la palabra como una práctica del “lenguaje que incita al odio”, y que algún ignorante, perverso, anónimo y mezquino humano reportó, provocando en mí las más apocadas frustraciones como ciudadano libre de La Nación Marica, que al final fui absuelto).

            El uso de la “x” y la “@”, según el “Diccionario panhispánico de dudas” de la RAE (2005, chéquese la fecha y por consiguiente la poca actualización de la Real Academia de la Lengua en comparación con el uso de algunas expresiones que necesitan ser tomadas en cuenta), y en el apartado 2. 2.2 Sobre el “Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos” (sic), en cuanto a la moda “de la arroba (@) como recurso gráfico para integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo (…) Debe tenerse en cuanta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde un punto de vista normativo”.

            La RAE evidentemente no toma en cuenta que, a pesar de la forma no lingüística de la arroba y la equis como una postura no binaria; las exigencias heterosexistas aplicadas al lenguaje como una forma de dominación, subordinación y colonización son harina de otro costal. Si bien el género gramatical no es un signo sexuado y el “masculino” puede abarcar a ambos sexos, al no contar con uno neutro como en otros idiomas o lenguas, si define el género de la persona. Resulta sorpresivo y hasta incómodo para algunos que el drag se resista a cualquier forma de dominación y categoría abarcando muchas formas gramaticales y que puede ser usado como sustantivo, adjetivo, pronombre, verbo, etc.

En el quehacer dragonil generalmente el drag se enfrenta constantemente a preguntas que pueden ejemplificar o dar luz sobre el tema: “¿Cómo te digo, él o ella? Como quieras.” “¿Qué eres, él o ella?” Lo que quieras” “¿Eres hombre o mujer? Lo que sea, él o ella o ambos o nadie”. Porque el arte no tiene sexo. Caso contrario a algunas personas trans que exigen la denominación de género y no genérica. El drag es genérico y no binario.

            “La más draga”, en este capítulo, comienza con una clase de cómo caminar con tacones en pasarela y la actitud que deben tener los participantes en el escenario. Los tacones o tacos o plataformas son elementos o recursos que provocan las más exóticas fantasías pero un drag mexicano puede no usarlos y aún siendo drag, sobretodo los drags que hacen performance o cabaret. Sin embargo el uso de tacones y dominarlos es una “exigencia” en el universo drag. Los tacones son también un arma ideológica de doble filo desde las posturas heterosexistas y supremachistas que muchas feministas ven como una forma impositiva de la feminidad, y que la publicidad obliga socialmente a la cosificación de la mujer a través de la réplica y asimilación de los clichés en los cánones occidentales sobre belleza desde la industria de la moda.

Los tacones son parte del imaginario cultural. Bell Hooks señala: “Desafiar a la industria de la moda, definida por el sexismo, permitió que las mujeres por primera vez en nuestras vidas examináramos los aspectos patológicos de la obsesión por la apariencia que pone en riesgo nuestra vida.”(2017). Un riesgo que asumen las dragas con ferviente alegría. Los tacones tienen su aparición a finales del siglo XVII, creados para uso exclusivo de los hombres, y no solo como un recurso estético sino para ofrecerle una mayor distinción, porte y en consideración a su “altura” como género. Con la Revolución Industrial se generaliza su uso sin distinciones. Así que cuando algunos asocian los tacones como un recurso para “parecer mujer” o “cosas que usan las mujeres”, incluyendo el maquillaje, las pelucas y accesorios solo queda amablemente decirles: ¡Ya siéntese señora!

El tacón o plataforma (ésta última más usada por el drag) también convoca a la identidad y comulga con el concepto de lo hiperbólico. Tenemos como referencia “Tacones lejanos” (1991) de Almodóvar en la figura icónica de Femme Fatal (Miguel Bosé). Inolvidable la escena de Ludovic usando tacones en  la producción anglo-franco-belga “Mi vida en rosa” (1997) de Alain Berliner, y la madre diciéndole “Marica es un varón al que le gustan los varones, como a ti”. También la adaptación inglesa del libro “Kinky boots” de los escritores Geoff Deane y Tim Firt, en una película (2005) de Julian Jarrold, y la comedia musical en Broadway (2012) con letras de Cindy Lauper, en donde la protagonista, Lola, transforma el mundo de la moda (historia basada en hechos reales). La película comienza con una imagen poderosa de Lola (niña) bailando en tacones en un muelle hasta que su padre le dice “¡Vámonos niño estúpido!”. Estas dos últimas referencias tienen el tacón como protagonista y mecanismo discriminatorio pero al mismo tiempo contestatario.

En la película australiana “Priscilla Queen of the Desert” (1994), de Stephan Elliott, referencia obligada para todo drag, Felicia (Guy Pearce) es transportada por un tacón gigante, montado encima del camión, y que a través del desierto interpreta el aria “Sempre libera”, de La Traviata de Verdi. Un duro mensaje en donde el homosexual puede ser libre montado en los tacones fuera de miradas acusadoras. En el cuento de “La Cenicienta”, el tacón de cristal es la llave de la felicidad, versión de Charles Perrault escrito en 1697 titulado como “Cendrillon ou La petite pantoufile de verre” que podemos encontrar en su versión al español en “Cuentos de mamá Ganso” (2016); aunque la versión más popular es la de Los Hermanos Grimm de 1812, algo diluida y sin la carga simbólica original que procede de la tradición oral. No sé si unos tacones dan la felicidad ni si ofrecen la posibilidad de casarse con algún príncipe, pero algo es cierto: es muy difícil conseguir tacones y plataformas para drags ya que los números y estilos son creados, todavía, después de 300 años, para cenicientas.

Lo cierto es que en el juego de lo hiperbólico, los tacones y plataformas poseen el hechizo de encandilar las retinas ajenas y conjurar las envidiosas miradas de decenas de hermanastras dragas y un sinfín de mujeres; y mientras más altos sean los tacones o plataformas, mejor. Para un drag, más siempre es más (en cuanto a categorías estéticas), pero en las formas discursivas entre el significado y significante, menos siempre es más. Montarse en las plataformas y saber usarlas requiere de destreza y provoca en el drag una sensación, paradójicamente, de protección; como diría Dorothy en “The Wonderfull Wizard of Oz” (1939): “There is no place like home”. Excepto Lana y Bárbara en el programa que sufrieron en la pasarela con tacones.

El reto de este capitulo es “La más quinceañera”. En los camerinos se resuelven algunos asuntos personales y demasiado locales para que todo el público entienda. De estos vericuetos de camerinos solo me quedo con una frase: “Somos dragas wey, vivimos en la noche y todo ése pedo…”. Afortunadamente el drag en la actualidad no se resuelve solo en la noche ni en el bar, está dispuesto a enfrentarse y apropiarse de otros espacios: galerías, universidades, coloquios, teatro, cine, radio, televisión, museos, festivales culturales, docencia, creación de talleres y un largo etcétera.

Algunos ejemplos: Mikonica siendo objeto de discriminación en el Museo de Memoria y Tolerancia de la cdmx (2017), Las Hermanas Vampiro presentando el libro “Crepúsculo de Heterolandia. Mester de Jotería” de Antonio Marquet en la FIL de Guadalajara junto a David Razú (2010). Jorge Arriaga, Lore, protagonista de la película “Estrellas solitarias” de Fernando Urdapilleta (2015). La tesis de Benjamín J. M. Martínez Castañeda “Performatividad cuir. Alteridad, imagen y archivo”, para obtener el grado de Maestro en Artes Visuales por la UNAM (2016). O la tesis de Carlos Vergara (Dj. Kindra) para obtener el grado de licenciado en Ciencias de la Comunicación, UNAM, “Videodocumental: La reina de lo incierto, Drag Queen en México” (2018); entre otros. Dragas haciendo Dragma desde la draguedad y abonando a partir de la academia al universo dragonil.

Lorena Herrera presenta a los jueces de base, más los invitados: Los Jonas Vloguers. Después aparece “Letal”, a quien vemos por primera vez sin el secretismo que la rodeaba en el capítulo anterior. Si la intención de la producción es proponer un personaje drag en “Letal”, fallaron; si en cambio se trata de un transformista que asimila y replica los cánones asociados con lo femenino, acertaron. “Letal” presenta al atractivo masculino (Veneno), que se ajusta al cliché de la mayoría de los programas con este formato. La pareja de “Letal” y Veneno” son homóninas a otra pareja: el personaje travestido de “La Beba Galván” (Víctor Trujillo) y “Calentureitor”.

Tal vez sea pertinente ofrecer el significado de Inventada: Fem. Singular. Sust. Adj. Dícese de la persona que no siendo especialista en alguna profesión, oficio o tema aparenta serlo. Generalmente usada de forma coloquial en la jerga marica pero también puede aplicarse ampliamente para otros fines. Posee una fuerte carga de ironía y sarcasmo e incluso puede ser peyorativa dependiendo del contexto en que se use. Últimamente ha sido asimilada, replicada y auto-apropiada como forma de identidad restándole su valor semántico cuyo signo y significado es el mismo pero el significante cambia.

            “Letal” no es un antihéroe que provoca mediante su propio sistema de valores la empatía con el otro habitando las fronteras éticas y morales del bien y el mal, y que transita entre el villano y el héroe, según el significado de “villano”, “héroe” y “antihéroe” de Lisanca del Pilar (2015). La figura del villano televisivo suele ser más atractiva que la del protagonista y aunque navegue dentro de las contradicciones no deja de ser verosímil, es tan real que el público suele identificarse con él (pero no en este caso) cuando la carencia de conocimientos del universo cuir no establece una figura de autoridad. Hay que señalar que el hecho de que sea un concurso drag no significa que no tenga sustancia o sea una frivolidad jotera. No banalizar el tema o fenómeno cultural drag debe ser una prioridad.

            “La más quinceañera” es el reto a cumplir de este programa. Después del preámbulo que ofreció Johnny Carmona sobre el tema, los participantes desarrollarán el reto en donde habrán de solventar y resolver un montaje bastante peculiar. La primera en salir es Eva Blunt, seguida de Lana, después Cordelia Durango, luego Margaret y Ya, inmediatamente Deborah La Grande, posteriormente Bárbara Durango y a continuación Debra Men; más las consideraciones de los jueces quienes se muestran sorprendidos por la imagen de los participantes y muy poco en cuanto a las ejecuciones.
“Letal” hace evidente el hecho de que los vestidos son prestados “porque las espaldas están descubiertas”, un atino; pero no así su peluca que está mal puesta y le queda corta. El diablo está en los detalles, siempre. Un drag no puede darse el lujo de obviar algo porque será su perdición. Si un drag trabaja con la imagen ésta debe ser pulcra, detallada y solventada al 150%. No puede permitirse que la fascinación de la mirada del otro (público) se desvíe por algún detalle no resuelto; y aquí entra el término de “churpia”.

La palabra “churpia” es una de tantas palabras adoptadas por la comunidad elegebetera cuyo significado adquiere otro uso. Según la Inciclopedia (sic) se menciona “Churpia cuando ve pasar un carro del año” significando “resentida” o “envidiosa”. También se encuentra “Maldita zorra, mira como se me queda viendo como si fuera igual a ella de fácil (sic)”, “Churpia cuando ve a una churpia, o pasa frente a un espejo (sic)” ofreciendo la connotación peyorativa de “zorra” pero también advierte que solo una “churpia” reconoce a otra; o “Si mi hermana fuera así, la mataría sin dudarlo”, “Cualquiera ante una situación así”; en este último ejemplo el machismo se configura a través del término como forma de discriminación y violenta al género.

En la página de Diccionario Libre se señala que el término “churpia” “Es una palabra muy escuchada por los adolescentes y mas en la secundaria: persona muy puta, fácil, zorra, perra en pocas palabras PEKORA… (sic)”. Ni la RAE o el DRAE ofrecen luz sobre “churpia” ni Churpio. Sin embargo, para la comunidad elegebetera el significado cambia. Churpia: Fem. Adj. Sust. Verbo. Dícese de la persona que tiene una imagen mal lograda, sucia, sin estilo, con acabados deficientes. No confundir con “inventada” que es una persona con iniciativa y su significación está en lo que hace, mientras que en la “churpia” radica en cómo se ve. 

En los comentarios de los jueces, con respecto a la ejecución de los participantes, solo se señalan elementos estéticos (no categorías estéticas), banalizando el fenómeno entre zapatos, maquillaje y vestuario. Resulta muy interesante la opinión de “Letal” con respecto a Margaret y Ya, y hace 2 recomendaciones. 1. Hacer “otro tipo de maquillaje” (evitar las cejas tan marcadas) y 2. Que en ése tipo de zapatos “las medias van hasta los pies”. En zapatos abiertos, cualquier draga o travesti, sabe que no se usan medias o se recortan para coincidir con las líneas del empeine en los zapatos y dejar descubiertos los dedos. Claro, cualquiera con experiencia lo sabe.

Para un drag lo más complicado es crear una imagen que sea reconocida, no solo en el carácter del personaje sino visible, y el drag echa mano de una multiplicidad de recursos para lograr que el público identifique los detalles estéticos del drag, ya sean físicos y visibles o la personalidad: una pose, los colores que usa el personaje, cómo se desenvuelve, la actitud, el estilo, la época, etc. En la imagen de Margaret y Ya las cejas son el referente que ofrece identidad a su personaje al igual que en RuPaul las pelucas rubias, en La Supermana las botas de plataforma y la bolsita de mercado, en Drag Moon los pupilentes y el maquillaje predominantemente oscuro, lo contrario a Titania Monster que es una fantasía de color, Solo encuentro una razón por la que “Letal”, que no es drag, ofrezca un consejo tan absurdo y descabellado: Ignorancia.

Por otro lado, puedo elucubrar que los jueces no entiendan algunos conceptos de la “quinceañeras” y les sea más fácil dejarse llevar por la frivolidad frente a propuestas interesantes como la de Bárbara Durango debido a la falta de referencias. En este punto no importa lo que hagan los participantes si los jueces no entienden el concepto drag; y debido a esto, creo, que los artistas dejarán de crear, obligados por los jueces, para presentar conceptos que comulguen con las ideas del jurado en lugar de proponer. Alinearse contra crear. Hay muchas formas de abordar estéticamente el reto como jurados, pero la que obviamente más se acerca a las propuestas de los participantes es la estética de lo kitsch.

Norbert Elías señala sobre el tema: “Pero el concepto de kitsch no es otra cosa que una expresión para la tensión entre el rico y bien desarrollado gusto de los especialistas, y el subdesarrollado e inseguro de la sociedad de las masas”. (1998). El “buen gusto” se vulgariza y ahora está al alcance de todos. Las creaciones originales se convierten en réplicas y se mezclan diferentes estilos formando un pastiche armónico, singular y hasta opresivo para la vista, de baja calidad pero democrático. Parafraseando a Umberto Eco, el kitsch, está dirigido a los perezosos que pretenden participar de los “valores de lo bello” e incluso creen disfrutar de ellos mediante una imitación. (2009).

Cuando Bárbara Durango se ve en la necesidad de explicar cuál es el concepto de su “quinceañera” manifiesta al mismo tiempo, (inferidamente), que el jurado carece de las referencias suficientes para juzgar su creación onírica y que no sea frivolizada como una “hada” en palabras de “Letal” (que no da pie con bola). En las consideraciones finales Yari, jurado, es la más básica; Johnny, la más atinada; “Letal” de nuevo menoscaba la identidad de un drag (Cordelia Durango) desconociendo la importancia contestataria de las hipermasculinidades y performativas de las “BeardDrags” y manifestando la verticalidad de sus ideas en favor de la norma, y este punto me parece importante ya que el programa también es didáctico, educa a las futuras generaciones sobre una cultura artística satelital, pero debería hacerlo desde la horizontalidad de las ideas y no para replicar o asimilar en canon impuesto.

“Letal” al sugerir que una “bearddrag” debería quitarse la barba violenta la identidad del drag. Habría que preguntarle a Geiza Poke, Baby Lame, Jaxie, Gingzilla, Tyra May Sue, Cybil War, Lady Beard o Conchita Wurst qué opinan sobre el tema. Los Jonas Vloguers son un hit en las redes sociales como vlogueros pero no pasó nada con ellos en el programa. Lorena muy neutral y buena referí. Al final, después del reto de “lipsync” entre Cordelia y Lana, la eliminada del programa es Cordelia Durango. El programa, en dos programas, se perfila un poco por  la eliminación de lo contestatario y más drag.

Oswaldo Calderón.




Nota: el significado marica del término “inventada” y “churpia” son una aportación lúdica del autor.

Bibliografía

Diccionario libre. Churpia. Consulta sobre el término el 31 de mayo de 2018. Disponible en: http://dev.diccionariolibre.com/definicion/churpia

DRAE. (2005). Arroba. Consulta sobre el uso del término el 28 de junio de 2018. Disponible en: http://lema.rae.es/dpd/?key=%40

Eco, Umberto. (2009) Apocalípticos e integrados. México: Tusquets.

Elías, Norbert. (1998) La civilización de los padres y otros ensayos. México: Norma

Galindo Furió, Lisanca del Pilar. (2015). El atractivo del mal: la figura del villano en la ficción televisiva actual. Escuela Politécnica Superior de Gandia. Universidad Politécnica de Valencia. Pp. 6-7.
Inciclopedia. Churpia. Consulta sobre el término el 31 de mayo de 2018. Disponible en: http://inciclopedia.wikia.com/wiki/Churpia

Hooks, Bell. (2017). Belleza por dentro y por fuera. El feminismo es para todo el mundo. Madrid: Edición Traficantes de sueños. P. 53.

Perrault, Charles. (2016). Cuentos de mamá Ganso. Managua, Nicaragua: Editorial Amerrisque.